A modo de entrada (para trabajar poco, está claro) hoy os traigo una versión de nuestra querida y bienamada Sirenita, una versión algo extraña y escalofriante, si me permitís la palabra. En fin, aparentemente nuestros queridos amigos los rusos no están de acuerdo con la versión "capitalista y podrida" de la tierna sirenita y decidieron cambiar un par de cosillas, de manera que se notara poco. Os presento la Sirenita rusa:
Comprenderéis que el ruso no es uno de mis puntos fuertes, pero por lo que he podido deducir, la canción trata sobre los barcos hundidos y cómo se convierten en tesoros para que esta peculiar pandilla puedan recaudarlos. El personajillo que se parece a Teo imagino que será el equivalente de nuestro príncipe, por lo que la sirena-cabeza-de-pez intentaría conseguir esos tesoros para ser felices y vivir contentos para siempre. Todo esto intentando ponerle algo de lógica a un asunto que, si me preguntáis a mí, no tiene por ningún lado, lo mismo dice que las hamburguesas son malas porque son capitalistas, no sé.
En cuanto a mis partes favoritas, no puedo decidirme entre la hipnótica mirada de cabeza-de-arenque, el tiranosaurio subacuático que devora peces mientras toca música con el lomo del pez-piano (y este, a su vez, también se come otros pececillos), o el cocodrilo-cochedepolicía que escolta a nuestro querido príncipe Teo. Porque el que la sirena tenga un pescado por sesera es algo totalmente aceptable. Y también que Teo respire bajo el agua.
Ignoro si habrán realizado otras magníficas adaptaciones de los cuentos de Andersen, pero sinceramente, si para que mis hijos se conviertan en unos machurrones dignos de la Madre Patria, tengo que ponerles esto, prefiero dejar que se vuelvan unas nenitas.
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